Los calentadores térmicos, también conocidos como calentadores de fluido térmico, usan un líquido térmico como agua, glicol, aceite mineral, líquidos sintéticos o aromáticos como fuente de transferencia de calor. El medio para transferir calor circula dentro de un sistema de circuito cerrado para suministrar calor al usuario final. En muchas aplicaciones, el aceite mineral se utiliza principalmente como medio para transferir calor.
Cuando se trata de seleccionar el mejor medio para transferir calor, se toman en cuenta muchos factores. Por ejemplo, si la aplicación requiere un rango de temperatura más alto de hasta 330 grados centígrados, un líquido sintético es preferible debido a su estabilidad térmica a altas temperaturas. Por otro lado, el aceite mineral experimenta aproximadamente seis veces la velocidad de degradación si se expone a temperaturas más altas. En tales situaciones, se considera la vida útil del medio de transferencia, que está determinada por la estabilidad térmica del líquido. Sin embargo, la vida útil del medio no siempre se ve afectada por su estabilidad térmica; puede haber múltiples problemas operativos que también pueden influir en la misma. Frecuentemente, los problemas de hardware y mecánicos dictan el tiempo de permanencia del medio líquido en el sistema.
Cuando se consideran los aspectos mecánicos, los aceites minerales tienen una ventaja sobre los fluidos sintéticos y cuando los aceites minerales se utilizan como medio para transferir calor, se denominan «calentadores de aceite térmico». Algunas de las ventajas de usar aceites minerales son:
El aceite mineral se favorece en ciertos calentadores de fluidos térmicos debido a su capacidad para absorber grandes cantidades de calor sin cambiar de estado.