A pesar de todas las precauciones y guías sobre seguridad, igual ocurren incendios en los procesos de calentamiento por fluido térmico. Cualquier proceso en el que se encuentren combustible, aire y una fuente de ignición, tiene un posible riesgo de incendio.
Con todo, en cualquier industria, es posible realizar calentamiento por fluido térmico de forma segura. Escoger correctamente los equipos, la instalación y el mantenimiento puede reducir considerablemente los riesgos de incendios. Pensar proactivamente en soluciones de calentamiento sirve para tener un control de la seguridad en el lugar de trabajo. Esto significa que puede proteger a sus trabajadores y a su producto.
Hemos identificado algunas de las causas más comunes de incendios al calentar por fluido térmico, así como también formas de minimizar los riesgos.
Con el tiempo, pueden ocurrir fugas y son más comunes alrededor de las conexiones y de los cierres de seguridad. El tamaño y la ubicación de la fuga tienen un impacto importante en el riesgo. Una fuga más grande, especialmente alrededor de los cierres de seguridad de la bomba o de las mangueras flexibles, representa un mayor riesgo de incendio. El tamaño y la ubicación de la fuga pueden liberar mucho vapor, el cual puede encenderse fácilmente.
Las fugas más pequeñas, por lo general, no representan un gran riesgo. Sin embargo, deberían abordarse al inicio para evitar que se agraven.
El principal peligro de incendio de una fuga pequeña de fluido térmico es el material aislante. El material aislante más poroso, como la lana mineral, puede prenderse fuego si está empapado de fluido.
Es importante tener en cuenta el material aislante alrededor de áreas vulnerables como las válvulas y los cierres de seguridad. Esto significa prevenir las fugas escogiendo un material aislante no poroso.
La prevención de fugas comienza con la instalación. Unas conexiones, uniones y cierres de seguridad que encajen debidamente pueden reducir considerablemente el riesgo de fugas. Un uso consciente del material aislante puede también ayudar a evitar que las pequeñas fugas se enciendan o dejen quemaduras y manchas.
También son importantes los materiales utilizados para el calentador de inmersión, la carcasa y el tanque. Los materiales deben ser capaces de soportar las temperaturas y las propiedades químicas del fluido térmico para prevenir un fallo.
Después de la instalación viene el mantenimiento. El mantenimiento del calentador por fluido térmico no solo aumenta la vida útil y la eficiencia del calentador, sino que también asegura una operación segura. El mantenimiento regular ayuda a identificar cualquier problema pequeño antes de que se agrande. De hecho, revisar habitualmente los cierres de seguridad y las conexiones puede ayudar a prevenir fugas por completo.
Finalmente, un tanque colector o de rebasamiento puede evitar que los derrames o el rebasamiento lleguen a equipos vulnerables. Esto puede minimizar aún más el riesgo de encendido.
Los calentadores a fuego tradicionales utilizan una llama para calentar el fluido. Para prevenir el encendido, utilizan calentamiento indirecto con un tubo que separa la llama del fluido. Pero, si el tubo está dañado o desgastado, el fluido térmico igual puede encenderse. Estar consciente de ese detalle y realizar mantenimiento regularmente es una solución fácil para evitar que esto suceda.
Si bien el mantenimiento, el material aislante y los materiales correctos son parte de la solución, la solución más simple es cambiarse a un calentador eléctrico por fluido térmico. Los sistemas eléctricos de fluido térmico no utilizan una llama abierta, lo cual reduce el riesgo de encendido. Además, pueden ofrecer calentamiento directo, lo cual los hace mucho más eficientes.
Adicionalmente, sigue siendo importante realizar una limpieza regularmente. Se puede formar coque en los sistemas de fluido térmico, especialmente con los calentadores por combustión. Con el tiempo, esa coquización puede causar fisuras y fallos, creando un peligro considerable de incendio. Al limpiar periódicamente ese coque, usted puede minimizar ese riesgo.
También es importante utilizar sensores adecuados. Por ejemplo, si la velocidad de flujo se hace muy lenta, ello puede elevar la temperatura del tubo, creando así un riesgo de fracturación.
Es importante contar con los sensores correctos para asegurar una operación segura y eficiente. No contar con los sensores correctos, o que los sensores fallen, puede llevar a que se produzca una ignición.
Por ejemplo, un sensor de bajo nivel puede identificar si el nivel de fluido baja mucho. Si el nivel desciende mucho, puede exponer los vapores al calentador. Esto puede llevar a un posible incendio o una explosión. Un sensor de nivel bajo que funcione debidamente apagaría el calentador y evitaría la ignición.
Una solución ideal es la redundancia. Utilizar múltiples formas de monitoreo asegura que su proceso esté cubierto. Esto también significa que un sensor que falle o que esté indebidamente configurado no le generará un riesgo.
También conviene, cuando sea posible, comprar sus sensores, paneles de control y calentadores de los mismos fabricantes. Eso garantiza que todos funcionen juntos correctamente y que las configuraciones estén debidamente coordinadas.
Utilizar un panel de control automático inteligente garantiza un monitoreo constante y un control exacto de los procesos. Esto mejora la eficiencia y la seguridad de sus procesos. Además, las cajas de terminales están disponibles en una variedad de categorías NEMA, lo cual incluye carcasas a prueba de explosión y resistentes a la intemperie.
Wattco diseña sistemas eléctricos de fluido térmico personalizados. Nuestro equipo de expertos le ayuda a comprar e instalar los mejores calentadores por fluido térmico para su proceso. Eso significa que podemos ayudarle a seleccionar los materiales, el calentador, los sensores y el diseño correctos que se ajusten a las necesidades específicas de sus operaciones.
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