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El Código de Calderas y Recipientes a Presión de ASME (BPVC por su acrónimo en inglés) es un conjunto de códigos y normas para mejorar la seguridad de las calderas y los recipientes de presión.
El código reglamenta las normas para la construcción y el diseño de calderas y recipientes de presión. Fue creado y es mantenido por la American Society of Mechanical Engineers (Asociación de Ingenieros Mecánicos de EE.UU.). El código incluye lo siguiente:
Cuando algo está marcado como «recipiente ASME», ello significa que cumple con las normas del código BPVC de ASME.
La Asociación de Ingenieros Mecánicos de EE.UU. fue fundada en 1880. Sin embargo, no existió ninguna obligación legal de observar las normas de ASME sino hasta 1907. Un aumento de los incidentes con calderas obligó al gobierno a aumentar las normativas para la seguridad de los calentadores de calderas.
Desde 1905 hasta 1907, hubo una serie de explosiones relacionadas con calderas en Massachusetts. La destrucción y las muertes que se produjeron llevaron al público a exigir una respuesta.
A fin de que las operaciones con calderas y calentadores de calderas fueran más seguras, el estado introdujo los primeros códigos legales que se basaban en las reglas de la ASME. La primera edición oficial del Código de Calderas y Recipientes a Presión (BPVC) se publicó en 1914 y se ha ido actualizando continuamente.
Utilizar recipientes aprobados por la ASME es conveniente para las compañías, tanto desde la perspectiva económica como desde la de seguridad. Algunos de los beneficios de los recipientes a presión de BPVC incluyen lo siguiente:
La seguridad es el principal beneficio del Código de Calderas y Recipientes a Presión. Los calentadores de calderas son esenciales en muchos procesos importantes. Se encuentran tanto en áreas industriales como de viviendas, y por eso, la seguridad es una prioridad máxima.
Si la construcción no es la correcta y no se realiza la debida inspección, existe el riesgo de explosión. Esto puede ocasionar daños a hogares y a plantas, además de posibles muertes. El BPVC mitiga esos riesgos al dictar la construcción y los materiales adecuados para las calderas o recipientes a presión.
Los fabricantes de calentadores de calderas de alta calidad respetan esas normas por la seguridad de su compañía y del público en general.
El código hace más que disminuir el riesgo de explosiones. Además, sirve para garantizar mejores operaciones que protegen sus equipos y su producto. Usar diseños o materiales que son apropiados para su proceso puede tener un efecto en su productividad y en sus costos.
Por ejemplo, el BPVC tiene especificaciones para las barras de soldadura y los metales de relleno. Si la soldadura no es suficiente para un proceso de alta temperatura, la soldadura puede fallar. Esto puede derivar en una detención de la producción, reemplazos o reparaciones costosos, o representar un riesgo para la seguridad.
Además, las especificaciones ayudan a fomentar la longevidad de los equipos. Una vida útil más larga de los equipos brinda mayor valor a lo largo del tiempo. Para eso, es importante seleccionar los materiales correctos para el medio en la caldera o en el recipiente de presión.
Por ejemplo, si contiene o calienta materiales corrosivos, es importante escoger los metales apropiados. El acero inoxidable es una opción popular debido a sus propiedades resistentes a la corrosión. Eso hace que este material sea popular para las fundas de muchos de nuestros calentadores de brida.
Con la presentación de normas para la construcción y los materiales de recipientes, la ASME puede asegurar una calidad más alta. El fabricante tiene pautas específicas de acuerdo con el uso y la finalidad de los procesos individuales.
Esa personalización mejora la calidad y la confiabilidad generales de los calentadores de calderas y los recipientes.
Cuando se refuerzan las normas para los calentadores de calderas y los recipientes a presión, seguir el código BPVC es una necesidad. Algunas de las industrias que exigen seguir las normas de ASME incluyen las siguientes:
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