La densidad de un calentador se refiere al vataje por pulgada cuadrada (W/in2). Cuanto más baja es la densidad, más bajo es el vataje por pulgada 2. Los aceites pesados necesitan una densidad de vatios inferior para un calentamiento correcto.
El procesamiento del bitumen depende sobre todo de los calentadores de baja densidad. El bitumen está clasificado como un“aceite extra pesado” con un peso específico en grados API inferior a 10°. Para lograr velocidades de flujo óptimas sin dañar este aceite crudo pesado, es esencial tener un vataje inferior.
El procesamiento del bitumen es uno de los componentes básicos en nuestra infraestructura. Nos suministra los materiales para todo, desde carreteras hasta techos, pasando por una variedad de aplicaciones de calentamiento de bitumen .
Los tanques de asfalto se utilizan para almacenar asfalto modificado con polímero (PMA por su acrónimo en inglés) y cemento asfáltico líquido. Para mantener las calidades y la viabilidad de esos productos, estos deben mantenerse dentro de temperaturas específicas.
Los calentadores de inmersión de brida suministran a los tanques asfálticos un mantenimiento confiable y exacto de la temperatura. Ofrecen un calentamiento uniforme a densidades bajas, evitando cambios en la carbonatación. Además, se combinan bien con accesorios como interruptores de nivel bajo para impedir la combustión, y termocuplas para mejorar la precisión y sensibilidad.
Los calentadores de circulación son otra aplicación importante en el calentamiento de bitumen. Permiten precalentar y bombear petróleo crudo, además de permitir el calentamiento de aceite de desecho en tanques de almacenaje.
Los procesos de circulación de aceite térmico pueden emplear métodos de calentamiento directo o indirecto. El calentamiento directo ofrece más sensibilidad y mayor exactitud, mientras que el indirecto pone menos tensión en los calentadores y permite un acceso más fácil para reparaciones.
El precalentamiento es un proceso importante cuando se va a utilizar como combustible. Produce una combustión más sensible y eficiente. Una distribución de temperatura y de vataje exactos mejora el flujo para bombeo y la facilidad de combustión.
Los calentadores de baja densidad no son solo para calentamiento de bitumen y de asfalto. Pueden ser ventajosos para muchas aplicaciones de calentamiento industrial a fin de lograr operaciones más eficientes y rentables.
Una baja densidad de vatios puede ofrecer una distribución más uniforme del calor. Esto es especialmente válido para tanques grandes en donde la distribución de vataje quizás deba compensar las partes frías o la pérdida de calor en los lados o en los bordes.
Además, la densidad más baja de vatios impide el sobrecalentamiento. Cuanto mayor es la densidad de vatios, mayor es la elevación de la temperatura por encima del ambiente. Este efecto puede reducirse mediante una selección del material y el acabado, pero el vataje contribuye más a ello.
La distribución del calor se puede mejorar todavía más con una configuración de los elementos del calentador de brida personalizada. Ello permite que el calentador se ajuste mejor al tamaño y a la forma del tanque.
La acumulación de partículas, la calcinación, la separación química y la coquización dentro del tanque pueden reducir tanto la calidad del producto como la eficiencia del calentador de bitumen. Mantener una densidad de vatios más baja reduce el riesgo de que ocurra eso.
Los materiales de funda de acero dulce y de acero inoxidable también pueden ayudar a reducir la coquización para ciertos medios.
Al reducir el posible daño al producto, las compañías pueden disminuir las pérdidas, lo cual ayuda a tener operaciones más rentables.
Los calentadores eléctricos de inmersión ya tienen fama de tener una vida útil más larga que los calentadores similares más complejos, inflamables, y de combustibles fósiles. Los calentadores eléctricos de bitumen y de asfalto pueden fomentar este efecto manteniéndose con una densidad baja de vatios.
La densidad más baja reduce la tensión en el sistema, además de impedir la acumulación y la coquización que pueden dañar el calentador con el tiempo. Un calentador de baja densidad no solo mejora su vida útil, también mantiene la eficiencia por más tiempo.
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